Hoy por hoy, si tu negocio no está activo en la red, no existe. Pero no solo tienes se trata de estar en la red, también te tienen que ver. Actualmente, el mercado ha llegado a un punto importante de saturación de anuncios. Cada vez hay más publicidad y destacar se ha convertido en todo un reto. Por lo tanto, es esencial afinar nuestras acciones mediante una buena estrategia de publicidad digital.
Una de las maneras más efectivas y rápidas de aumentar la visibilidad en la red son las campañas de publicidad digital. Google, Facebook, Instagram, LinkedIn y Twitter son algunos de los canales que puedes utilizar para distribuir los anuncios y hacer llegar tu mensaje a nuevas audiencias. Todos cuentan con su plataforma publicitaria de gestión de anuncios, donde se muestran los resultados en tiempo real y donde se permite optimizar las campañas.
Pero no todos los canales funcionan de la misma manera y para todos los sectores. ¿Cómo puedes saber cuáles son los canales estratégicos para tu empresa?
Investiga y apunta
Debemos tener muy claro qué herramientas de marketing son las más adecuadas en cada caso, especialmente si disponemos de un pequeño presupuesto para invertir en publicidad digital. Existen dos variantes para escoger qué canales publicitarios son los más adecuados.
Por un lado, hay que identificar cuál es el objetivo principal. Esto va estrechamente atado al momento en que se encuentra tu marca o producto/servicio. No haremos el mismo tipo de campaña si nos encontramos en la fase de lanzamiento, en el que el objetivo principal es hacer branding y darse a conocer, que si nos encontramos ya en la fase de maduración, donde estamos buscando la conversión final.
Y, por otro lado, hay que definir el buyer persona o público objetivo, es decir, tener un esquema claro de cuáles son los usuarios a los que queremos llegar y creemos que estarán más interesados en lo que estamos ofreciendo, qué les puede preocupar y qué hará que se decidan para adquirir nuestro producto o servicio. El comportamiento de un padre con hijos no será el mismo que el de un adolescente universitario ante un mismo producto que les pueda interesar a los dos, ya que el uso que hacen de la red y las motivaciones de búsqueda serán bastante diferentes.
Define el mensaje
Una vez tengas claras las bases de la estrategia publicitaria digital, será momento de definir el mensaje de la campaña. Este debe estar adaptado a tu buyer persona para conseguir que se sienta interpelado con el mensaje. El propósito es claro: llamar la atención del usuario. Además, si conseguimos que este interactúe con el anuncio -mediante likes, comentarios, shares…-, todavía tendrás más oportunidades para que recuerde tu marca cuando piensen en el producto o servicio que ofreces. En otras palabras, tienes que posicionar tu marca en el top of mind.
Formatos del anuncio
Un anuncio puede estar formado por varios elementos, según la plataforma donde se publica. Por ejemplo, los elementos más comunes son texto, imagen, vídeo o una combinación. Y, estos, deberían cumplir las siguientes características:
- Texto: recomendamos que el copy sea claro y directo. Un texto demasiado largo puede causa el efecto contrario al deseado. ¡Menos es más!
- Imagen: con un simple vistazo, tenemos que conseguir que llame la atención y que el mensaje se comprenda.
- Vídeo: el objetivo de los primeros segundos del vídeo deben ser retener a los usuarios, para que lo sigan visualizando hasta el final.
Cada vez resulta más complejo seducir a los usuarios y si de entrada no nos atrae lo que están viendo, es fácil que se desentiendan y pasen al siguiente contenido. ¿Cómo podemos retenerlos? ¡Aquí es donde entra en juego la creatividad!
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