Consultoría

Design thinking, la clave en la estrategia de marketing digital

4 de junio de 2020 No Comments
Design thinking en marketing digital.

La forma en que socializamos ha cambiado a lo largo del tiempo, y sigue modificándose aún más en situaciones imprevisibles como la que nos ha tocado vivir los últimos meses. Estos cambios también llegan al marketing digital, y obligan a adaptarlos rápidamente a nuestra estrategia de marca.

Sin embargo, tener una visión clara de los objetivos y de las motivaciones del cliente facilita flexibilizar la planificación en situaciones difíciles de prever, trabajando para crear planes de acción empáticos y atractivos que, al final, se traducen en estrategias optimizadas para objetivos específicos con resultados eficientes y rentables. Para conseguirlo, tenemos que cambiar la manera de trabajar, y uno de los mejores métodos para hacerlo es a través del design thinking.

Qué es el design thinking

El design thinking es un concepto que se puede aplicar en prácticamente todos los sectores, como la ingeniería, los negocios o incluso en el educativo o el de servicios. Así pues, también deberíamos llevar este concepto al terreno del marketing digital. Se trata de una metodología con un conjunto de procedimientos centrados, principalmente, en empatizar con las necesidades de los usuarios.

A través de una comprensión profunda de los problemas actuales, se crean soluciones específicas para cada tipo de persona. Mediante este enfoque, se consigue establecer procesos y dinámicas de pensamiento centradas en comprender las necesidades y motivaciones de los públicos para orientar mejor nuestras acciones y aportar soluciones que estén en línea con nuestro target.

Cómo aplicar el design thinking al marketing digital

Partiendo de la reflexión que el cliente final es el foco de las estrategias, se aplica el sistema de design thinking en cinco etapas de trabajo:

Proceso de design thinking.
Empatizar

En esta primera etapa, es importante entender qué es importante para cada segmento, observando su contexto. Podemos obtener esta información a través de diferentes técnicas de investigación como focus groups, encuestas, entrevistas a stakeholders o el social listening, entre otros.

Definir

Lo más probable es que una vez terminada la primera etapa, tengas mucha información inconexa. En este punto, toca analizar y acotar cuál es la información que más interesa, poniéndola en un esquema que nos sirva para las siguientes etapas. Es probable que a través de los insights acabemos detectando nuevos segmentos, más específicos que el target original. Esta información te ayudará a definir cada buyer persona de tu marca.

Ahora que sabemos cuáles son los perfiles específicos que nos interesa llegar, hay que idear un plan estratégico para cada uno de ellos. Este plan equivale al customer journey, en el que se tiene en cuenta su recorrido a la hora de descubrir, comprar y recomendar los productos o servicios de tu marca.

En esta etapa también es importante marcar los objetivos de marketing que se quieren alcanzar, porque nos servirá de referencia a las siguientes fases del proceso.

Idear

Una vez se ha definido cada perfil y su recorrido, es el momento de idear las estrategias digitales. Es en este punto donde los marketers podemos profundizar más, ya que es la parte central de nuestro trabajo. Se trata de reflexionar sobre qué alternativas digitales están en nuestras manos para poder alcanzar cada uno de los objetivos estratégicos marcados. En Playbrand, activamos este proceso con una sesión de brainstorming con el equipo de especialistas de la casa, donde cada uno aporta su visión y experiencia para alcanzar las metas marcadas.

Hacer un prototipo

Con las estrategias definidas, toca desarrollar las acciones y campañas digitales. Estas acompañan con objetivos específicos que deben ayudar a alcanzar los indicadores de éxito (KPI) marcados. En nuestro caso, los prototipos son las acciones que se pueden adaptar y optimizar según los resultados que se obtienen. Un ejemplo podrían ser las campañas piloto, que nos permitirán aplicar nuestras propuestas en un entorno real y con un presupuesto bajo.

Probar

Activamos la última fase, la del testing. En este punto es donde el público objetivo conoce el prototipo del producto e interacciona con éste. En el caso de las campañas piloto, por ejemplo, obtendremos datos sobre el éxito de los anuncios publicitarios y cuál ha sido el feedback obtenido por la audiencia, valoraremos los primeros resultados de las acciones ejecutadas, para así reconducirlas y mejorarlas. Otra buena práctica en esta fase es el test A/B, que se pueden aplicar con varios copys en las redes sociales, en las campañas de email marketing o en la aplicación de cambios de user experience.

 

Empieza a aplicar el design thinking en tu estrategia digital

En conclusión, trabajar con la metodología de design thinking nos permitirá aplicar estrategias más cercanas, acertadas y empáticas con los posibles clientes que queremos impactar. Este hecho es fundamental en un mundo donde la competencia publicitaria es feroz y donde solo parece posible destacar si conectamos con las necesidades profundas de los usuarios. Por este motivo, desde Playbrand también impulsamos y trabajamos bajo una metodología design thinking, en el que el cliente es el centro, y no el producto.

Y tú, ¿cómo trabajas tu estrategia? Quieres definir un plan de marketing digital afín a tus clientes? Nosotros te podemos ayudar.

Ingrid Port

Ingrid Port

Directora d'estratègia digital a Playbrand

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